Gestión cultural y TIC’s

La Perimetral

Aqui rescato un antiguo artículo escrito a dos manos con David Casacuberta para la revista En-transit ahora desaparecida en el año 2005-2006. La verdad es que fue una dulce experiencia que también presentamos de forma ampliada en el congreso de cibersociedad y que fue publicado en la web de la red interlocal.

Aviso es un texto antiguo y seguramente, tanto David como yo mismo, en algunos párrafos ahora explicaríamos las cosas de diferente manera. Además era antes de que surgiera Twitter… ;D

Disfruten.

Gestión cultural y TICs.
Software social: herramientas de comunicación

«Software social es el software que apoya, amplía y genera valor del comportamiento social de los seres humanos«. Tom Coates.

Contextualización
Internet se ha convertido en el nuevo espacio de trabajo. ¿Quién no se angustia si encuentra a faltar el email que no llega para cerrar un proyecto? O, ¿esas webs que visitamos habitualmente para saber como está el estado de la cultura o de la competencia?
Ya no es sólo una macro biblioteca dónde encontrar información. Es dónde pasamos un tiempo que vale su peso en oro. Se ha convertido en una herramienta de trabajo vertebradora.

¿Que podemos hacer para que no nos absorba y poder utilizarla como una herramienta de verdad?
Hay un cambio de paradigma, la tecnología ha dejado de ser una cosa física, ya no es sólo el último aparato tecnológico de moda o el hardware de última generación y más potente. El software se ha convertido en una plataforma tecnológica. Las líneas de código que componen un programa, la conexión de diferentes módulos de un software que ofrecen una nueva interacción entre diferentes personas alejadas físicamente…

El software toma así un papel importante. La configuración de la esfera pública virtual es estratégica y el software social tiene su parte importante. Los profesionales del conocimiento y la cultura son los actores clave que pueden poner al usuario en el centro de un nuevo proceso participativo.
Las nuevas tecnologías permiten el desarrollo de una masa crítica de ciudadanos diferente, más democrática y participativa. Las nuevas herramientas de Internet como los grupos de noticias (newsgroups), forums, chats, tableros de mensajes o anuncios, listas de correo, sistemas de edición en colaboración (wikis), aplicaciones punto a punto como la mensajería instantánea, los programas de relación peer to peer y los blogs se están multiplicando en la red y hacen que personas de todo el mundo interactúen, amplíen temas, juzguen, debatan y crezcan con una nueva opinión pública.

Estamos en una sociedad en la cual no podemos ignorar los avances que se producen día a día. A más a más hay una cosa que esta cambiando en internet, el aumento del software social no es gratuito, las personas tienen necesidad de compartir. El sharing o compartir se convierte en uno de los ejes centrales y vertebradores de la presencia en internet. Por ejemplo, cada vez más tenemos familiares, amigos, conocidos que viajan o viven lejos… ¿hay que enviarles una carta postal (con lo que se demora) con nuestras últimas fotografías? Es más fácil, ya que disponemos de cámaras digitales, de trasladar estas fotos a un álbum-web y enviar la dirección de este álbum por e-mail a las personas deseadas. Evidentemente el tiempo se acorta, el feed-back es casi inmediato y podemos disfrutar rápidamente de este hecho.

Según apunta Angela McFarlane, las tecnologías de la información y la comunicación se han de ver como un conjunto de habilidades y competencias, un conjunto de herramientas para hacer aquello que hacemos siempre, pero de una forma más fácil, mejor y más económica, y con un impacto revolucionario. Muchas instituciones piensan que las TIC pueden cambiar el mundo por su valor de comunicación y trasferencia de servicios y datos, por la importancia de difusión del conocimiento, y por la interconexión social que comporta.

El cambio en la comunicación, en el progreso tecnológico, cultural, económico y social que se está produciendo en la sociedad, ya no puede explicarse por los efectos de los mass media de comunicación, si no por los conceptos de inteligencia y conocimiento determinados por la emergencia y presencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en nuestro entorno habitual. Ahora los contenidos, los servicios, las comunicaciones se distribuyen a gran velocidad.

El aumento del uso de la Web 2.0 viene precedido por el desarrollo de las herramientas de software social. Estas están favoreciendo que la gente de a pie (que no dispone de conocimientos profundos sobre informática o programación) se comunique, coopere y publique de forma transparente y rápida. Internet se ha vuelto más social, ha recuperado su filosofía inicial. Un espacio para la generación compartida de conocimientos, para el trabajo cooperativo a distancia y para la publicación a escala mundial de cualquier tipo de contenidos (textos, imágenes, sonidos y vídeos). La gente quiere comunicarse, compartir y cooperar con otra gente.

El software social, herramientas al alcance de todos
El software social se define como un conjunto de herramientas o apoyos tecnológicos que permiten la ampliación de la interacción entre individuos o grupos, una retroalimentación social que posibilita a un grupo medir las contribuciones de determinados individuos (conocido como “reputación digital” o meritocracia) y la creación de redes sociales. Como comenta Stowe Boyd, “el software social no está diseñado para el control, si no para la creación colectiva mediante el contacte personal, la interacción y la influencia mutuas, sin tener un proyecto definido previamente.”

El software social se está convirtiendo en una plataforma con un potencial enorme de gestión del conocimiento, de les relaciones interpersonales y de las instituciones a todos los niveles. Los profesionales de la cultura son actores clave para hacer de estas herramientas verdaderos canales de comunicación y de opinión pública. Hay que utilizar estas herramientas con criterios efectivos ya que son un vehículo para construir proyectos y comunidad.
Hay que utilizar el software social como una herramienta dentro de un proyecto y también como una herramienta en el planteamiento e ideación del proyecto.

La idea básica de “ningún proyecto cultural sin su parte digital” coge toda su forma con la aplicación del software social a los proyectos. Complementa, hace a los usuarios partícipes y parte implicada en el proyecto. En internet hay que estar pero no sin sentido. Hacer cosas en internet, implica realizar esfuerzos para que funcionen. También implica que des de el proyecto haya un planteamiento y una apuesta bidireccional a este nivel con la población o usuarios target.

Existe una tendencia generalizada a tener miedo a incluir las TIC en los proyectos culturales. ¿El planteamiento del proyecto cambia? No, la inclusión de nuevas tecnologías amplia sus posibilidades. No todas las nuevas tecnologías necesitan de conocimientos expertos para ser utilizadas. Este universo de posibilidades que se abre amplia las capacidades del proyecto, las de los gestores del proyecto, la capacidad productiva y la capacidad de procesamiento de información.
El software social acostumbra a estar construido en código abierto, normalmente PHP, HTML y XML, y conectado con bases de datos que también son de código abierto como MySQL.
Las aplicaciones de software social están pensadas para las personas, pensadas para ser útiles y para que las instale una persona con mínimos o nulos conocimientos de informática y programación.

Conclusiones
La web 2.0 es una forma mucho más natural de acercar la cultura al público y la gestión cultural que los modelos que heredamos de portales y megasites de los tiempos de las .com. Básicamente, utiliza mucho mejor los recursos digitales que posibilitan que muchos hablen con muchos y generen contenidos colectivamente que las webs de «pocos a muchos» que remediaban los modelos de la publicación de libros y objetos culturales de la era industrial. La facilidad de construir colectivamente permite crear objetos en los que gracias al pequeño esfuerzo de mucha gente conseguimos repositorios de información y objetos culturales que resultaría muy caro de producir desde un modelo propietario. La web 2.0 es también un sistema mucho más adecuado al nuevo status del objeto cultural y su distribución, así como las recientes reflexiones y replanteamientos sobre en qué debería consistir finalmente la propiedad intelectual.

El talón de Aquiles de cualquier proyecto cultural basado en web 2.0 es la participación. Sin una participación suficiente, los materiales generados colectivamente serán irremediablemente flojos o incluso inexistentes. Además de las inevitables campañas de promoción on-line y off-line para facilitar el conocimiento del proyecto, una serie de estrategias re-mediadas del mundo de los video-juegos pueden ser muy útiles a la hora de garantizar que la participación sea más estable y eficaz.

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